Ella no se consideraba artista,
pero yo sabía que toda ella era arte.
Arte en como hablaba
en como sonreía
en la pasión que le ponía a las cosas bonitas
en la indignación que le producían las injustas.
Arte en su rebeldía.
Porque me enseñó que la belleza también puede ser triste
o decía que al menos así era en su mundo,
allí donde la desdicha se convertía en arte.
1 comentario:
Precioso, me ha encantado :)
Bisous
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