domingo, 17 de enero de 2016

cobarde

era perderte
o perderme

y sin indecisión
me quedé conmigo

conmigo
y con las madrugadas a solas
aprendiz de todo
discípula del universo
en vez de ser una
con tus brazos
por un momento
hasta la hora permitida
para no perder
no un zapato
sino el tren
y notarte lejos
hasta el próximo año
y el resto del día

me quedé
con la sensación
de mirarme al espejo
y no sentir la incertidumbre
de si te gustaría
así
o de aquella manera

ahora me observo
lo mismo que antes
pero segura
sin verme reflejada en tus dudas

verás
la otra noche no mentía
pero buscaba saber qué dirías
y no me equivoqué
sigues siendo un cobarde

y no quiero unirme a tu bando

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